A través de un proyecto que presenté solicité gestiones para establecer un valor de cambio diferencial, «dólar limón», a fin de poder afrontar la campaña productiva citrícola 2023.
El sector limonero de nuestra provincia está en una profunda crisis. Según cálculos de ACNOA, a las aproximadamente 250.000 toneladas de limones que no se cosecharon en el 2022, se suma que se están eliminando entre 3000 y 5000 hectáreas con plantaciones de limoneros para reemplazarlos por caña de azúcar, lo que tiene su correlato en la pérdida de puestos de trabajo.
La producción de limones representa el 50% de las divisas que ingresan a Tucumán. Es una actividad que exporta el 95% de lo que produce y el atraso cambiario lo afecta más que al sector sojero, ya que los costos en dólares suben fuertemente haciendo que el sector pierda competitividad.
Sería sumamente positivo lograr un ‘dólar limón’, no solo por la importancia de la citricultura tucumana en fuentes de trabajo, en la generación de divisas por la exportación de limones y derivados industriales, sino que también porque en el sector citrícola se realizó una paritaria del 70% al igual que los productores sojeros, siendo que en el citrus se toma muchísima más mano de obra. Por dar un ejemplo, mientras un productor sojero tiene un empleado por hectárea, el sector citrícola genera por esa misma hectárea 25 empleos efectivos. Por esto, eliminar los derechos de exportación e implementar el «dólar limón’, redundará en una recuperación de la competitividad del sector citrícola en momentos en que la comercialización en el mercado global resulta compleja.