Soy un defensor de las dos vidas. En su momento critiqué y me opuse a Mauricio Macri, cuando impulsó el proyecto de legalización del aborto, hoy ratifico la misma posición respecto al presidente Fernández. Cuando asumimos un cargo público juramos cumplir y hacer cumplir las leyes, la Constitución Nacional y Provincial, y nuestro ordenamiento jurídico protege la vida desde la concepción.
Fernández se contradice: cuando dispuso la cuarentena dijo que la vida era más importante que la economía, meses después envía un proyecto que está en contra de la vida, que mata a un niño por nacer. La vida no se negocia, se defiende siempre.
Más de 36mil muertos va dejando la mala gestión que tuvo el gobierno nacional sobre la pandemia que atravesamos, hospitales colapsados, médicos agotados que hacen lo imposible por salvar vidas y que trabajan en condiciones deplorables y aún así este gobierno pretende que esos mismos centros y esos mismos profesionales sean quienes maten a estos seres indefensos.
Fundamentan esta propuesta diciendo que existen miles de abortos clandestinos. Lo que tenemos que hacer como sociedad es evitar que se llegue a esa situación, que es violencia pura contra la mujer y contra el niño por nacer. Para ello, necesitamos un Estado presente con políticas activas que acompañen a la maternidad vulnerable y a quienes tienen un embarazo en situaciones de dificultad, no generar un marco normativo para eliminar argentinos, para descartar personas.