A través de un decreto, el gobernador Juan Manzur destinó $373.500. 000 a «atender desequilibrios financieros» en municipios a través de «Aportes No Reintegrables». Resultan beneficiadas con estos aportes las municipalidades de: Las Talitas, Aguilares, Juan B. Alberdi, Famaillá, Banda del Río Salí, San Isidro de Lules, Alderetes, Tafi Viejo, Tafi del Valle, Monteros, La Cocha, Graneros, Simoca, Trancas y Burruyacú.
La distribución de estos fondos discrimina a los municipios que son administrados por la oposición: Concepción, San Miguel de Tucuman, Yerba Buena y Bella Vista. Sin embargo, la crisis financiera no discrimina según afinidad política. No se puede beneficiar solo a municipios amigos y que el ajuste lo sufran los opositores. De estas administraciones también dependen muchos trabajadores y muchas familias, allí también hay necesidades para atender. Es una tremenda injusticia que esto ocurra y una falta de respeto a los vecinos que componen la comunidad de cada municipio. Las dificultades tienen que ser una oportunidad para aunar esfuerzos y no para profundizar diferencias.
