A 35 años de la recuperación de la democracia, con el triunfo de Raúl Alfonsín ganaba la vida, la paz, la esperanza y la certeza de que lo peor había pasado.
Su accionar político y los valores que abrazó y nunca abandonó son un enorme ejemplo de civilidad para todos nosotros.
Hoy nuestro compromiso está en fortalecer y consolidar su legado por una sociedad con valores.