HAY QUE DECIR LO QUE SE PIENSA Y HACER LO QUE SE DICE

Hoy en sesión ordinaria de la Legislatura, durante el periodo de manifestaciones generales y en un contexto de discusión y de descalificaciones cruzadas, me pareció importante señalar lo siguiente: el último mes una familia necesitó $17.867 para no ser pobre y $7.090 para no ser indigente. Para algunos sólo son fríos números, pero para mucha gente significan comer o no, sufrir privaciones o no. Algunos pierden hasta la sensibilidad social buscando alcanzar metas o rédito político, olvidándose para qué están y en qué consiste el mandato que el pueblo les ha conferido.

Las tarifas, estos números de la canasta básica y el tema del boleto universitario no son cuestiones de radicales o peronistas, hay una sociedad que la está pasando mal. Es una situación que demanda esfuerzos de parte de todos lo sectores y que aunemos criterios a fin de garantizar la dignidad de las personas.

Esto implica coherencia, esto implica congruencia, esto implica que no hay que ser hipócrita. Hay muchos que confunden la política con la hipocresía, creen que todo vale y que la hipocresía es una de los medios con los cuales se hace política. Debemos recuperar el valor del ejemplo en la militancia, y el mejor ejemplo no solo es decir lo que se piensa sino también hacer lo que se dice.

 

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