Se llevó a cabo, en la Legislatura, la tercera reunión de la Comisión Especial de Reforma Política, estuvo presidida por las autoridades de la Cámara y participaron de la misma los legisladores de partidos políticos con representación parlamentaria.
Lo más sagrado que tiene la democracia es la voluntad que la gente expresa en las urnas, lamentablemente a través de diferentes ardides y mecanismos muchas veces termina siendo viciada. Allí es donde radica la importancia de la labor que llevará adelante la Comisión: de bregar por calidad institucional y dotar de claridad y transparencia a nuestro sistema político y electoral. Para ello, considero necesario que esta se reúna regularmente para estudiar las distintas iniciativas de manera que comencemos a concretar avances en la materia.
Por mi parte, estoy convencido que no podremos hablar de reforma política sin darle a la provincia un nuevo régimen municipal y comunal. Tanto la reforma de la Constitución Nacional en 1994 como la de la provincia en 2006 consagran la autonomía municipal, mientras nuestra ley de municipalidades vigente data del período 1976-83 de la dictadura. Debemos adecuarnos a los principios constitucionales y contar con comunas y municipios que gocen de autonomía funcional desde lo institucional y lo político. Solo de esa manera vamos a lograr una reforma política en serio.