Celebramos el Día Internacional de la Tierra para recordar que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y el sustento.
Con esta celebración admitimos la responsabilidad colectiva, como nos recordaba la Declaración de Río de 1992, de fomentar la armonía con la naturaleza para alcanzar el equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y medioambientales de las generaciones presentes y futuras.