Cristo Redentor

Esta imponente escultura de 28 metros de alto, representativa del Cristo Redentor, también llamada Cristo Bendicente, fue inaugurada junto a una tradicional hostería siendo el primer impulso para el nacimiento de la villa San Javier, destacable objetivo del programa del gobierno que ansiaba incorporar los cerros tucumanos al turismo.
Obra del célebre escultor tucumano Juan Carlos Iramain, los restos del mismo descansan desde 1983 a los pies de su propio Cristo.
Se alza sobre la dorsal del cerro San Javier, pudiendo observarse desde la ciudad.
El objetivo que se planteó Iramain al momento de hacer el Cristo fue convocar a los hombres del mundo a rezar por la reconciliación y el pronto fin de la Segunda Guerra Mundial, que en aquel momento se libraba en Europa y mantenía en vilo al resto del mundo.
En la base de la estructura está grabada la frase: «Gloria a Dios en las alturas y paz a los hombres de buena voluntad».
La iniciativa de revalorizar este monumento nació de a la Comisión de Turismo de la Legislatura el cual formo parte, para poner a Tucumán a la altura de las circunstancias en un año especial como ser el Bicentenario. Disfrutemos de esta gran obra y cuidemos el patrimonio de todos los tucumanos.

 

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